Como es de esperar, dentro del código deontológico de un Administrador de Fincas está la buena praxis de su profesión, incluyendo velar y cumplir con sus funciones en cuanto al dinero de la comunidad se trate.
Desde hace un tiempo, existe controversia en el tema de las cuentas bancarias de las comunidades de vecinos. Se pueden encontrar dos tipos de cuentas a la hora de llevar el dinero de la comunidad, la cuenta única o la cuenta múltiple, comúnmente denominada cuenta mancomunada.
La polémica con este tema viene dada debido a las diferencias que ostentan ambas cuentas. La cuenta múltiple es el sistema en el que un Administrador de Fincas tiene varias cuentas abiertas, cada una de ellas destinada a una comunidad de vecinos diferente, sin mezclar el dinero de ninguna de las que gestiona. Una desventaja de estas cuentas es que el administrador puede tener a su cargo una gran cantidad de ellas, lo entorpece y complica su trabajo. La ventaja es que, en este tipo de procedimiento, no solo tiene acceso a la cuenta el administrador, también lo tiene el presidente de la comunidad en ese momento, lo que proporciona una sensación de seguridad y control sobre el dinero por parte de los vecinos de la comunidad.
Por el contrario, el sistema de cuenta única, como su propio nombre indica se trata de una sola cuenta en donde se encuentra todo el dinero de las comunidades de vecinos que el Administrador de Fincas gestiona. Esta forma de trabajar facilita y simplifica la labor del profesional al solo tener que ocuparse de una cuenta, ya que el acceso a la cuenta esta reservado para el administrador. La mayor desventaja viene dada por la desconfianza de los propietarios y la dificultad para conocer que dinero pertenece a que comunidad. Esto genera muchas sospechas en las comunidades de vecinos que dudan de la buena fe de algunos administradores.
En ocasiones, incluso, se dan casos en que un profesional de este ámbito trabaja con ambos tipos de cuentas a la vez, por comodidad a la hora de realizar su trabajo. La cuenta única, en poder del administrador con la intención de sufragar gastos pequeños e imprevistos y la cuenta mancomunada para los gastos mayores, como pueden ser obras, donde se encuentra la mayor parte del dinero y el presidente de la comunidad tiene acceso a ella.
En todo caso, lo mejor es que el Administrador de Fincas y sus clientes lleguen a acuerdos y trabajen en conjunto para así evitar problemas y poder gestionar la comunidad de manera correcta y armoniosa.
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